Ciudad de México.- .- Un estado de fuerza de tres mil 586 elementos federales fue el despliegue antes, durante y después de la captura de Ovidio Guzmán en Culiacán, Sinaloa.
Aunque su presencia no se vio reflejada en las calles, donde la delincuencia montaba bloqueos con autos y tráileres en llamas, la Secretaría de la Defensa Nacional sostuvo que los efectivos militares se concentraron en enfrentar a las células delictivas que perpetraban disparos, como el hecho ocurrido en Escuinapa, donde un Coronel perdió la vida, así lo comentó el General Luis Cresencio Sandoval.
Se sabe que al menos 250 vehículos, entre ligeros y pesados, fueron despojados e incendiados en 18 puntos estratégicos en Culiacán, Los Mochis y Mazatlán.
El titular de la Sedena, desde la conferencia matutina de la Presidencia de la República, informó el aseguramiento de un fusil barret, 6 rifles calibre 50, otras 26 armas largas y cortas, equipo táctico, 13 vehículos y 40 camionetas, de las que 26 eran blindadas.
Luis Cresencio Sandoval anunció que este viernes arribarán a Sinaloa mil elementos más de la Sedena para fortalecer la pacificación del estado, en coordinación con policías estatales, municipales y ministerial de investigación.