Culiacán, Sin.- Un apoteósico concierto, con Teatro Pablo de Villavicencio lleno, en el que menudearon los aplausos y estallaron las ovaciones, y en el que el público de todas las edades coreó la música sesentera de Los Beatles, es el que la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes ofreció dentro de su Primera Temporada 2025, con la participación de Grupo # 9, de Culiacán, como invitados.
Con el Mtro. Samuel Murillo, compositor y violinista de la Orquesta, como director invitado, el público disfrutó ampliamente el programa The Beatles Sinfónico, que podrá disfrutarse en segunda función el próximo domingo 30 de marzo a las 12:30 horas, abrió con un solitario Paul McRubio (voz, guitarra y piano) cantando Yesterday, acompañado por la orquesta y su guitarra, para luego subir todos al escenario y cantar Eleanor Rigby, seguidos por sus insistentes acordes de violonchelo.
Entre anécdotas alusivas, siguieron con She’s leaving home, destacando el sonido de las cuerdas y luego, tomaron sus instrumentos eléctricos, y subieron a Néstor Meza (batería) que, junto con Gerardo Pérez Limón (voz y bajo), Jaime Tarriba (voz, guitarra y bajo) y Chavo Guerrero (voz y guitarra principal), integran el grupo.
Ya completos, interpretaron Got to get you into my life, para seguir con una cápsula informativa con proyección de fotos, mientras ellos salían para volver con un vestuario menos formal y cantar Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, y sin pausa, con With a little help from my friends.
Luego, un clasicazo, con la memorable Penny Lane, con su seguimiento de trompeta, y otra más evocativa, el lugar ideal para soñar, Strawberry fields forever, seguida sin interrupción por A day in the life, que fue la primera más ovacionada, con las cuerdas de la orquesta ondulando sonoramente hasta estallar en el final.
Tras un intermedio, el programa continuó con tres de las piezas que George Harrison logró colar en los álbumes de los Beatles: la bellísima Here comes the sun, seguida de Something y While my Guitar gently weeps, esta última también muy ovacionada.
Luego, una de desamor, The long and winding road, y de las más icónicas y esperadas, Let it be, iluminados por las linternas de los celulares del público.
Y en la recta final, las tres con que cierra el álbum Abbey Road, como despedida: Golden Slumbers, Carry that weigth y The end, tocadas al hilo.
Pero no fue todo. A petición del público cantaron otra, All you need is love, con un grupo de niños de blanco desfilando por el escenario y mostrando pancartas pidiendo el regreso de la paz y pregonando el amor, entre las palmadas y el coro del público. Y finalmente – ¡otra, otra! -, Hey Jude, que fue coreada ampliamente por los asistentes y concluyó con una apoteósica ovación.