El año pasado científicos encontraron trazas de DMS en un cometa, lo que sugiere que podría producirse por vías no orgánicas.
Sin embargo, la concentración del químico observada en K2-18b parece ser miles de veces más fuerte que en la Tierra, sugiriendo firmemente un origen biológico, afirmó Madhusudhan.
Madhusudhan sugirió que, de confirmarse, el planeta podría estar “rebosante de vida”. “Si confirmamos que hay vida en K2-18b, básicamente confirmaríamos que la vida es muy común en la galaxia”, explicó.
Planeta hiceánico: potencial para albergar vida microbiana
K2-18b ha sido considerado durante mucho tiempo como el principal candidato para ser un “planeta hiceánico”: un mundo oceánico más grande que la Tierra con una atmósfera rica en hidrógeno.
No se cree que estos planetas puedan albergar vida inteligente, sino más bien microbios similares a los presentes en los océanos terrestres hace miles de millones de años.
Algunas investigaciones han cuestionado si los planetas hiceánicos propuestos hasta ahora están demasiado cerca de sus estrellas para mantener agua líquida, incluido K2-18b, que orbita su estrella cada 33 días.
Raymond Pierrehumbert, profesor de física planetaria en la Universidad de Oxford, ha realizado investigaciones separadas indicando que K2-18b es demasiado caliente para albergar vida.
A su juicio, el escenario más plausible es que son océanos de lava.
Sara Seager, profesora de ciencias planetarias en MIT, recordó por su parte que previamente se mencionó rastros de vapor de agua en la atmósfera de K2-18b que resultaron ser otro gas.
El futuro de la búsqueda de vida extraterrestre con telescopios espaciales
Madhusudhan estimó que tan solo se necesitarían otras 16 a 24 horas adicionales del Telescopio Webb para confirmar sus hallazgos, y expresó su esperanza de poder confirmar si hay vida dentro de uno o dos años.
“Es importante que seamos profundamente escépticos con respecto a nuestros propios resultados, porque solo probando una y otra vez podremos llegar al punto de tener confianza en ellos. Así es como debe funcionar la ciencia”, afirmó.
Más allá de K2-18b, Madhusudhan afirmó que el Webb y futuros telescopios podrían permitirle a la humanidad descubrir vida fuera de la Tierra mucho antes de lo que uno podría imaginar.
“Este podría ser el punto crucial, donde de repente la cuestión fundamental de si estamos solos en el universo será algo que podamos responder”, concluyó.