El Salvador, Colombia, Perú, Chile y ahora México….
La Secretaría de Defensa Nacional de México (Sedena) ha sido su última víctima. El cibergrupo clandestino Guacamaya obtuvo comunicaciones e informes clasificados, publicados este jueves por el portal de noticias Latinus, en los que se desvelan problemas de salud del presidente Andrés Manuel López Obrador desconocidos hasta ahora por los mexicanos y otros polémicos aspectos de su gestión y del papel de las Fuerzas Armadas en su país.
Guacamaya se ha especializado en sustraer informaciones de los organismos oficiales de Defensa de países latinoamericanos y difundirlos, lo que ha provocado notables escándalos y los ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para los gobiernos de la región.
Por qué hay tanto escándalo en México
Las comunicaciones reservadas de la Secretaría de Defensa Nacional de México filtradas por Guacamaya van desde 2016 hasta el mismo septiembre de 2022.
Según el medio que las publicó, son un total de seis terabytes de información que revelan que López Obrador sufre gota, hipotiroidismo y una angina inestable de alto riesgo, una afección cardíaca que obligó a realizarle un cateterismo el 21 de enero y que su Secretaría de Comunicación presentó a la opinión pública como una intervención de rutina.
Diás antes, el 2 de enero, según consta en las comunicaciones filtradas, el presidente tuvo que ser trasladado de urgencia en una ambulancia aérea desde su rancho en Palenque, en el estado de Chiapas, hasta un hospital militar en Ciudad de México, donde se le diagnosticó la angina.
Este viernes, el mandatario reconoció en rueda de prensa sus problemas de salud. “Todo lo que se dice ahí es cierto”, señaló.
“Yo tengo varios padecimientos. Sólo hay una cosa que no tengo y es la del alcohol, pero lo otro sí, y otros males”, explicó López Obrador, que declaró que el traslado aéreo desde Palenque a la capital mexicana se debió a que había riesgo de infarto.