En 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) dejó de considerar la homosexualidad como una enfermedad mental, y no sería hasta 2018 cuando este mismo organismo desvincularía la categoría de trastorno psicológico asociado con la transexualidad. Por todo ello, el 17 de mayo de cada año se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia, en apoyo a la lucha contra la discriminación en este ámbito.
Actualmente, son ya 30 países en todo el mundo los que han legislado a favor de los derechos de las personas LGTBI en relación al matrimonio o adopción. Sin embargo, aunque cada año sea mayor el número de países que han llevado a cabo iniciativas a favor de leyes igualitarias en materia de matrimonio, adopción y derechos iguales, existen multitud de países en los que ser homosexual o transexual puede suponer penas de cárcel e incluso la muerte.
Según el informe anual de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), en el que recoge las diferentes leyes y normas relacionadas con la comunidad LGTBI en los 193 estados que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen aun 67 países en el mundo que penalizan de alguna forma las relaciones entre personas del mismo sexo. En algunos incluso con la pena de muerte, como es el caso de Arabia Saudita, Brunéi, Irán, Mauritania, Nigeria y Yemen.