Arqueólogos encontraron enormes bloques de piedra procedentes de un antiguo templo derruido dedicado al dios Amón. Los faraones acudían al templo para ser investidos de su poder como reyes.
Un equipo de arqueólogos subacuáticos ha descubierto un santuario hundido y un templo rebosante de antiguos tesoros en la antigua ciudad portuaria de Thonis-Heracleion, situada frente a las costas de Egipto, relacionados con el dios Amón y la diosa Afrodita, según anunció el Instituto Europeo de Arqueología Subacuática (IEASM).
El equipo dirigido por Franck Goddio, en colaboración con el Departamento de Arqueología Subacuática del Ministerio egipcio de Turismo y Antigüedades, emprendió una investigación en el canal sur de la ciudad.
Allí se encontraron inmensos bloques de piedra que se habían derrumbado en un cataclismo fechado a mediados del siglo II a.C. Estos bloques pertenecían a un imponente templo consagrado al dios Amón, donde los faraones obtenían de esta divinidad suprema los títulos de su poder como “reyes universales”, según se lee en un comunicado enviado a DW.