Culiacán, Sinaloa.- El uso desmedido de medicamentos creados para tratar enfermedades crónicas se ha convertido en una tendencia preocupante, tal es el caso de la semaglutida, cuyos fármacos son inicialmente desarrollados para el control de la diabetes tipo 2 y la obesidad diagnosticada.
Sin embargo, en los últimos años, personas que no padecen estas enfermedades han comenzado a utilizarlo con fines meramente estéticos, dejando de lado los riesgos asociados a su consumo sin supervisión médica. Lorenzo Ulises Osuna Martínez, investigador de la Facultad de Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad Autónoma de Sinaloa, explica que la semaglutida actúa de manera efectiva solo cuando es indicada médicamente en pacientes con sobrepeso, obesidad o diabetes
“El asunto está en que el medicamento es bueno y es seguro, pero en personas con la enfermedad, pero cuando una persona sana, que no tiene sobrepeso, obesidad o diabetes lo consume, los efectos dentro de su cuerpo van a ser muy distintos a cuando una persona enferma lo consume y esto lleva a la aparición de lo que viene siendo efectos no deseados”.
Osuna Martínez advirtió sobre esta creciente problemática y señaló que el uso del medicamento entre personas sanas, motivado muchas veces por influencias en redes sociales o figuras públicas, puede desencadenar efectos secundarios graves, entre ellos vómitos, estreñimiento, dolor abdominal, mareos, e incluso consecuencias más severas como desequilibrios metabólicos, insuficiencia renal y posibles asociaciones con ciertos tipos de cáncer.
Asimismo, el especialista comentó que la COFEPRIS ha detectado un incremento alarmante de casos de reacciones adversas en personas que han consumido semaglutida sin prescripción, lo ideal es ser supervisados por un especialista y no auto medicarse.
“Simplemente implica ser un poco más estrictos con lo que viEne siendo los controles que se aplican al momento de las ventas, de lo que viene siendo el control del medicamento al entregar la receta, obviamente concientizar a las personas que no se dejen llevar solamente por lo que ven en medios informativos, en redes sociales, sino que también se acerquen a los profesionales de la salud para que consulten si realmente lo necesitan o no, porque insisto, el medicamento es bueno y puede ser seguro cuando lo supervisa un médico”.
Lamentó el acceso irregular al medicamento ya sea mediante mercado negro o sin receta médica, lo cual agrava la situación, hizo un llamado a fomentar una mayor concientización, acudir con médicos, especialistas o centros de información farmacéutica antes de tomar decisiones que puedan comprometer su salud.