Culiacán, Sinaloa.- En los últimos años, especialmente tras el periodo de confinamiento durante la pandemia, los artículos de entretenimiento para niñas y niños se encuentran enfilados hacia el rubro de la tecnología, predominando los teléfonos celulares, tabletas y videojuegos, sobre juguetes tradicionales como el yoyo, el balero o incluso muñecas y figuras de acción.
Oscar Sánchez Beltrán, dirigente de la Unión de Comerciantes de Culiacán, precisó que los locatarios en el primer cuadro en la zona centro de la ciudad optarían por reducir la oferta de artículos más artesanales, debido a sus bajos niveles de demanda por parte de los compradores.
“Los niños ya no quieren baleros ni yoyos ni pontenis o trompos. Ahora quieren un juguete electrónico o quieren un celular y con saldo. Entonces, las inclinaciones el comportamiento y la evolución de la comercialización de productos está yendo a los temas de la tecnología y es allá hacia dónde nos estamos enfocando”.
La percepción del sector comercial apunta en que sería el sector restaurantero, en conjunto con las plazas comerciales y los cines de la localidad, quienes se verían principalmente beneficiados con estos festejos.
La ausencia cada vez más notoria de vendedores ambulantes, formaría parte de las estrategias de re localización de estos hacia los tianguis de la ciudad, aunque de acuerdo con Sánchez Beltrán, aquellos que consiguieron los permisos adecuados para conservar su espacio en el centro, no lograrían generar las ventas esperadas.
“Hay que recordar que el juguete tradicional ya no lo vende el comercio local. Lo están trayendo los artesanos que son del sur del país y que vienen a comercializarlos no tanto como un juguete para los niños si no para cuestiones decorativas o alguna manualidad que se necesite en algún tema escolar, pero ya no es un producto que se comercialice tal como se conoce para un regalo”, concluyó.