Con el objetivo de ampliar sus posibilidades de reelección, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, del Partido Liberal (PL), ha estado abriendo las arcas públicas a lo largo del año para crear y ampliar una serie de programas sociales que benefician a las familias más pobres y a los sectores que conforman su base de electores, como los taxistas y los camioneros.
Todo comenzó con la aprobación de una enmienda a la Constitución, en julio, denominada “Kamikaze”, que decretó el estado de emergencia el país para autorizar la creación de nuevas prestaciones en el año electoral, pagos al margen del tope de gasto estatal.
En consecuencia, el gobierno aumentó el valor del programa de ayuda Auxilio Brasil, de 400 reales a 600 reales por mes, y el de ayudas para el gas, de 50 reales a 110 reales (unos 20,75 dólares), y creó una ayuda mensual de 1.000 reales (unos 188 dólares) para taxistas y camioneros, entre otras medidas.
La administración Bolsonaro ya había bajado a cero la tasa del impuesto federal y había limitado la tasa ICMS, un impuesto estatal que grava los combustibles, lo que llevó a una reducción en el precio del diésel, la gasolina y el gas, con un efecto en la reducción de la inflación.
Pero el uso de la maquinaria pública para crear nuevos beneficios directos e indirectos continuó después de la realización de la primera vuelta, el 2 de octubre, cuando Bolsonaro obtuvo el 43,2% de los votos válidos, quedando detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (Partido de los Trabajadores), que obtuvo el 48,4%.
La agencia Reuters calcula que los beneficios creados y prometidos por Bolsonaro en los últimos meses suman 273.000 millones de reales, y tendrán impacto tanto en 2022 como en 2023. Otro cálculo, el del economista Bernard Appy, director del Centro de Ciudadanía Fiscal, señala que el costo anualizado de las medidas de aumentos de gastos y reducción de ingresos tomadas desde fines de 2021 asciende a cerca de 400.000 millones de reales, es decir, el 4% del Producto Interno Bruto de Brasil.
Las medidas anunciadas por el gobierno este año fueron cuestionadas por la Fiscalía General Electoral brasileña por posible abuso de poder político y económico. El fiscal general de la República, Augusto Aras, es considerado por la oposición un aliado del presidente. Estas son algunas de las medidas anunciadas por el gobierno de Bolsonaro.
Pago anticipado de Auxilio Brasil y de la ayuda para el gas
El 3 de octubre, el gobierno anunció que se adelanta el pago a los días 11 y 25 de octubre, siete días antes que en el calendario original. Cerca de 21,1 millones de familias reciben el Auxilio Brasil de 600 reales, y 5,9 millones son beneficiarias de la ayuda para el gas, un pago que se realiza cada dos meses por un valor de 112 reales.
Inclusión de más familias en Auxilio Brasil y en la ayuda para el gas
El 4 de octubre, el gobierno anunció la inclusión de más de 500.000 familias en Auxílio Brasil ya este mes, un aumento del 16,5% comparado con las familias que recibían esa ayuda en julio. El mismo día, también anunció la inclusión de más de 200.000 familias en las ayudas para el gas, elevando el número de familias beneficiadas de 5,7 millones a 5,9 millones en ese programa.
Promesa de aguinaldo de Auxilio Brasil
También el 4 de octubre, Bolsonaro prometió que, de ser reelegido, pagará una 13ª cuota de Auxilio Brasil a mujeres jefas de hogar a partir de 2023, que beneficiaría a 17 millones de mujeres, a un costo de casi 10.000 millones de reales.
Refinanciamiento de deudas
El 6 de octubre, Bolsonaro anunció que el banco Caixa lanzaría un programa de renegociación de deudas de empresas y personas físicas, un reciclaje de un programa ya existente, llamado Você no Azul, que se aplica anualmente desde 2019. Según el presidente brasileño, hasta 4 millones de ciudadanos y 400.000 empresas con deudas con la Caixa se verían beneficiados por la liquidación de deudas vencidas por más de 360 días, con descuentos del 40% al 90% del monto adeudado.
Anticipación de ayudas para taxistas y camioneros
El 7 de octubre, el gobierno dijo que pagará un porcentaje extra de la asignación de ayuda a taxistas a fin de este año, una especie de 13º salario, pero el monto no fue definido aún. También se adelantó el pago de asistencia a taxistas y camioneros en octubre, 1.000 reales mensuales, para compensar los aumentos en los combustibles.
Otras medidas
Además, el 11 de octubre la Caixa comenzó a liberar préstamos “consignados”, una línea de créditos con condiciones más flexibles y tasas de interés menores, así como mayores plazos de pago, para los beneficiarios de Auxilio Brasil y del Beneficio de Prestación Continuada -que garantiza un salario mínimo a personas a partir de los 65 años, o a personas discapacitadas de cualquier edad-, con un 3,45% de interés, por debajo del tope del 3,5% establecido por el gobierno. En este tipo de préstamo personal, el valor de la cuota es descontado automáticamente del cheque de pago de la prestación social del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS).
Asimismo, Bolsonaro prorrogó el plazo de actualización de datos de familias que reciben beneficios sociales en el Catastro Único, para evitar la suspensión de los pagos.
El gobierno de Brasil también aprobó el uso de recursos a futuro del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FGTS) -que protege a los trabajadores que son despedidos sin una causa justa- para la compra de vivienda popular por parte de familias con una renta mensual bruta de hasta 2.400 reales, y se aumenta su límite de endeudamiento para financiar inmuebles.
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