“China se abrirá cada vez más al mundo. Nos centraremos en la expansión de la demanda nacional, pero haremos que las cadenas de suministro sigan funcionando y atraeremos inversiones extranjeras para impulsar el sector privado”, dijo el vice primer ministro chino, Liu He, durante su intervención este martes (17.01.2023) en el Foro de Davos, una cumbre anual de figuras políticas de influencia internacional y de ejecutivos de las empresas que mueven la economía mundial
La rivalidad comercial de Occidente con China por las energías verdes y el futuro de Brasil, que prometió reforzar la democracia después del asalto contra sus instituciones y equilibrar sus cuentas públicas, centraron este martes el arranque del foro de Davos, que reúne cada año en Suiza a la élite económica y política mundial.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que aprovechó para insistir en su apoyo a Ucrania, criticó los esfuerzos por atraer a China las industrias europeas de tecnologías limpias, mediante subvenciones que, según ella, “distorsionan” el mercado. “Cuando el comercio no es justo, nuestras reacciones deben ser más enérgicas”, afirmó, apuntando a China pero también a Estados Unidos, donde hay en marcha un gran plan de inversiones climáticas del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Multilateralismo por el que también apuesta Brasil
“Nuestro objetivo debe ser evitar cualquier perturbación en el comercio y la inversión transatlánticos”, afirmó Von der Leyen. El plan de Biden, llamado Inflation Reduction Act, (IRA), prevé cuantiosas subvenciones para las empresas estadounidenses del sector de los vehículos eléctricos o las energías renovables. Por su parte el vice primer Ministro chino Liu He pidió poner fin a la “mentalidad de Guerra Fría” y reiteró la oposición de Pekín al “unilateralismo y el proteccionismo”.
En este sentido, el nuevo gobierno en Brasil del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva también reclamó multilateralismo y estuvo representado en Davos por dos ministros, que prometieron el martes reforzar la democracia, tras el asalto del 8 de enero que puso en jaque sus instituciones, y equilibrar las cuentas públicas tras la presidencia de ultraderechista Jair Bolsonaro.
“No es confortable para ningún gobierno tener una oposición extremista” reconoció el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, que participó junto a la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, en una sesión dedicada a la “nueva hoja de ruta” del gigante latinoamericano.
lgc (afp/efe)