El robo en el Museo del Louvre conmociona al mundo: ladrones profesionales sustraen joyas invaluables de la Galería d’Apollon, entre ellas piezas de las reinas y emperatrices de Francia.
La ministra de Cultura de Francia, Rachida Dati, afirmó ante la Asamblea Nacional que el sistema de seguridad del Museo del Louvre “funcionó correctamente” durante el robo ocurrido el pasado fin de semana, cuando un grupo de ladrones sustrajo joyas napoleónicas de valor incalculable.
“La seguridad del museo del Louvre no falló, eso es un hecho…La seguridad del museo del Louvre funcionó.”
El asalto, realizado el domingo por la mañana, ha generado cuestionamientos sobre la seguridad del museo más visitado del mundo. Los delincuentes escalaron una plataforma por la fachada, forzaron una ventana y rompieron vitrinas antes de escapar. Dati anunció, además, una investigación administrativa paralela a la policial para garantizar transparencia. Calificó el hecho como “una herida para todos nosotros”, subrayando que el Louvre “es mucho más que un museo: es la vitrina de la cultura francesa y del patrimonio compartido del mundo”.
“He confiado a @JPatrierLeitus la misión de proteger nuestros sitios patrimoniales, complementando la investigación administrativa en curso. Más allá de las medidas internas que funcionaron, debemos comprender las fallas en la seguridad externa de los sitios. #Louvre”
¿Cuál es el costo de las joyas robadas del museo de Louvre?
El Museo del Louvre sufrió el robo de joyas históricas valoradas en 88 millones de euros (unos 102 millones de dólares) el pasado domingo, informó la procuradora Laure Beccuau. El atraco se centró en la Galería d’Apollon, donde se exhiben los Diamantes de la Corona. A pesar de que las alarmas alertaron a los agentes del museo, los ladrones lograron huir con ocho objetos de gran valor histórico, entre ellos:
- Una diadema de zafiro.
- Un collar y pendiente de las reinas francesas Marie-Amélie y Hortense.
- Un collar y pendientes de esmeraldas de la emperatriz Marie-Louise, esposa de Napoleón Bonaparte.
- Un broche relicario.
- La diadema de la emperatriz Eugenia y su gran broche de lazo de corsage, parte del conjunto imperial del siglo XIX.
- El conservador del Louvre calificó los daños como “extremadamente espectaculares”, aunque subrayó que no se pueden comparar con la pérdida patrimonial histórica.
Robo al patrimonio francés
El Museo del Louvre, emblema del arte y la historia universal, fue escenario este domingo de un robo que conmocionó a Francia y al mundo.
En solo siete minutos, un grupo de ladrones sustrajo joyas de valor incalculable de la Galería d’Apollon, donde se resguardan las joyas de la Corona francesa y piezas que datan de los siglos XVIII y XIX.
Según la ministra de cultura, Rachida Dati, destacó que los asaltantes eran profesionales:
“Esta mañana se produjo un robo en la inauguración del @MuseeLouvre. No se reportaron heridos. Estoy en el lugar junto con el personal del museo y la policía. Las investigaciones están en curso.”
Según el ministro del Interior, Laurent Nuñez, los asaltantes entraron al museo desde el exterior, utilizando un montacargas colocado sobre un camión, y forzaron una ventana. En cuestión de minutos, rompieron dos vitrinas de alta seguridad y se llevaron nueve objetos históricos; ocho de ellos continúan desaparecidos.
De Hollywood a la realidad: Un robo histórico
Entre las piezas robadas destacan la tiara de la reina María Amélie, un collar de esmeraldas de la emperatriz María Luisa, y un broche de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.
Solo una joya, la corona de Eugenia, fue recuperada, aunque dañada. Está compuesta por oro, mil trescientos cincuenta y cuatro diamantes y cincuenta y seis esmeraldas.
El Ministerio de Cultura francés calificó las piezas como “invaluables por su valor patrimonial e histórico”, más allá de su precio en el mercado del arte.
La operación fue precisa y planificada. Los ladrones, cuatro en total, huyeron en motocicletas antes de que llegara la policía. En el lugar se hallaron herramientas, guantes y un chaleco amarillo usado como disfraz.
El presidente Emmanuel Macron condenó el ataque en redes sociales, afirmando que “se está haciendo todo lo posible para recuperar las obras y llevar a los responsables ante la justicia”.
Mientras tanto, el Louvre permaneció cerrado durante el domingo por razones de seguridad y para preservar las evidencias.
El hecho revive la memoria del robo de la Mona Lisa en 1911, el más recordado en la historia del museo. Más de un siglo después, el patrimonio francés vuelve a ser vulnerado, bajo un sofisticado operativo.
Expertos en recuperación de arte, como Christopher Marinello, advierten que si las joyas llegan al mercado negro podrían ser desmanteladas o fundidas, lo que supondría una pérdida irreparable para la historia.
El Louvre, símbolo de la cultura y la memoria colectiva, enfrenta hoy una herida profunda. Cada joya perdida es una página arrancada del patrimonio cultural e histórico del mundo. Porque cuando el arte desaparece, no solo se extingue su belleza: se apaga la memoria, la identidad y parte de lo que fuimos.
