Si la UAS es una institución que maneja un presupuesto equivalente casi al de 16 municipios de Sinaloa, es obligado saber en qué se gasta el dinero, es un tema de elemental transparencia y por supuesto de rendición de cuentas, afirmó la diputada Juana Minerva Vázquez González.
La diputada vocal de la Comisión de Hacienda Pública y Administración del Congreso del Estado de Sinaloa, puntualizó en entrevista que toda institución pública que reciba presupuesto está obligada a rendir cuentas y por tanto la Universidad Autónoma de Sinaloa no está exenta de ello.
Sin embargo, acusó, “en la UAS no hay transparencia, no hay rendición de cuentas. Y yo pudiera decir que no hay democracia porque lo viví como maestra”.
La sociedad, añadió, requiere que se le dé esa claridad. No es un tema que sólo tiene que ver con la Auditoría Superior del Estado (ASE), que es la encargada de fiscalizar los recursos, o con el Congreso del Estado, sino con toda la sociedad, pues en todos lados se reclama transparencia y rendición de cuentas.
Precisó que ha sido precisamente la ASE, la que ha recibido la negativa de las autoridades de la UAS de transparentar el uso de los recursos públicos que recibe.
La diputada Vázquez González resaltó que esos recursos públicos provienen de los impuestos que paga todo ciudadano y toda empresa, de modo que ese dinero es sagrado.
Por otra parte, lamentó que la misma UAS se oponga a una reforma a su Ley Orgánica, tal como se hará con otras instituciones de educación superior, como son la Universidad Autónoma de Occidente y la Universidad Autónoma Indígena de México.
Recordó que la última reforma a la Ley Orgánica de la UAS fue en 2005, de modo que ya requiere de ser modificada, toda vez que todo ha ido cambiando.
Otro de los temas importantes que se deben incluir en la UAS, añadió, es buscar la inclusión y la paridad, el tema de las mujeres en cargos dentro de la Institución.
Ciertamente, dijo, hay muchas maestras y científicas, pero debe haber una mayor presencia de mujeres en los cargos en donde se toman las decisiones.
“Eso tiene que ser un hecho. En la UAS hay muy pocas directoras y eso tiene que cambiar”.