Culiacán, Sinaloa.- Las vitrinas se llenan de descuentos, las páginas web se saturan de promociones y los carritos virtuales o reales se preparan para llenarse. El Buen Fin está por comenzar y con él, la oportunidad de aprovechar precios bajos… o de caer en compras impulsivas.
La vicepresidenta del Colegio de Economistas de Sinaloa, María del Refugio Manjarrez Montero, hizo un llamado a la ciudadanía a planificar sus compras y no dejarse llevar por la emoción del momento, pues advirtió que en esos días, muchas personas cometen el error de comprar a meses o adquirir productos que realmente no necesitan.
“Así es, de hecho hay que cuidar bien lo que compramos, lo que consumimos sobre todo a meses, por ejemplo en ocasiones consumimos ropa, zapatos y los pagamos en año y medio o en 12 meses, entonces esos productos yo creo que no son indispensables para pagarlos a largo plazo, pues es mejor si vas a hacer un gasto, que sea un gasto bien analizado y pensado o sea no comprar por comprar, sino hacer un estudio mercado a ver en qué lugar está más económico o qué qué beneficios obtienes de comprarlo en ciertos lugares”.
Manjarrez Montero señaló que los electrodomésticos y aparatos electrónicos pueden ser una buena opción de compra, ya que suelen tener una vida útil más larga y representar una inversión duradera para los hogares.
Sin embargo, subrayó que lo más importante es comprar con base en el poder adquisitivo real de cada persona.
Recomendó que hay que evitar gastar más de lo que se gana. Lo ideal es aprovechar las ofertas sin comprometer la economía familiar.
“Pues es indispensable hacer un análisis, de tener en cuenta que realmente tenemos una restricción que es nuestro presupuesto, es nuestro ingreso y no gastar más de lo que ganamos y hacernos el hábito de ahorrar el 20 % de nuestros ingresos para poder tener una salud financiera”.
El Buen Fin, recordó la economista, puede ser una excelente oportunidad para ahorrar o equipar el hogar, si se compra con conciencia y no con impulso.
Así que antes de pasar la tarjeta, vale la pena preguntarse: ¿realmente lo necesito o solo quiero aprovechar la oferta?





