La sequía y la guerra en Ucrania está llevando los precios del girasol a máximos históricos. Ahora que su cultivo requiere menos agua y abono que el maíz se está popularizando.
Algunos agricultores del resto de Europa, como el francés Régis, están volviendo a cultivarlo. De repente vuelve a ser rentable.
“Tomamos la decisión en marzo, especialmente por desgracia debido a la guerra en Ucrania y a la fuerte subida de los precios del girasol. Yo cultivaba girasoles hace 20-25 años.
Dejamos el cultivo por las plagas, las palomas, porque había que resembrar, causando problemas. Con los precios a 300, 350 euros, era un cultivo poco rentable, así que era mejor cultivar maíz, trigo o colza, y lo dejamos de lado durante un tiempo”, subrayó Régis Bonnin.
Si la crisis se prolonga, otros agricultores podrían seguir su ejemplo. De este modo se podría compensar la falta de oferta en el mercado interno y se obtendrían grandes beneficios.