Los úl­ti­mos ocho años han sido los más ca­lu­ro­sos has­ta la fe­cha

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Los úl­ti­mos ocho años fue­ron los más ca­lu­ro­sos re­gis­tra­dos has­ta la fe­cha en el mun­do, en par­ti­cu­lar en una gran par­te de Europa occidental, Oriente Medio, Asia Central y el noroeste de África, se­gún un in­for­me eu­ro­peo pu­bli­ca­do este lu­nes.

Du­ran­te el pe­rio­do 2015-2022, cada año re­gis­tró como mí­ni­mo un au­men­to de su tem­pe­ra­tu­ra me­dia de más de un gra­do cen­tí­gra­do res­pec­to a la me­dia prein­dus­trial.

El año 2022 en par­ti­cu­lar es el quinto más caluroso del que se tiene memoria, con una me­dia de 1,2º C por en­ci­ma de la me­dia prein­dus­trial, se­gún ese in­for­me del pro­gra­ma eu­ro­peo so­bre el cam­bio cli­má­ti­co Co­per­ni­cus (C3S).

En esos ocho años, el mun­do asis­tió a se­quías o inun­da­cio­nes ex­cep­cio­na­les y a un au­men­to de la con­cen­tra­ción de los gases de efecto invernadero en la at­mós­fe­ra, el principal causante del cambio climático.

Amé­ri­ca La­ti­na y el Ca­ri­be que­da­ron re­la­ti­va­men­te al mar­gen de es­tos re­gis­tros, du­ran­te un ci­clo pre­si­di­do bá­si­ca­men­te por el fe­nó­meno de La Niña en el océano Pa­cí­fi­co, que ge­ne­ra un cierto enfriamiento.

En Eu­ro­pa, sin em­bar­go, esa onda no lle­gó, sino todo lo con­tra­rio. El año 2022 en par­ti­cu­lar fue «el se­gun­do año más ca­lu­ro­so» se­gún re­gis­tros ofi­cia­les. Los me­ses es­ti­va­les ba­tie­ron ré­cords en Gran Bre­ta­ña, mien­tras que Fran­cia, Por­tu­gal y Es­pa­ña su­frían gran­des se­quías.

A ni­vel mun­dial, Pa­kis­tán su­frió inun­da­cio­nes his­tó­ri­cas, el cen­tro y el este de Chi­na se vie­ron so­me­ti­das a canículas estivales, Ni­ge­ria su­frió di­lu­vios.

La Niña pro­vo­có tem­pe­ra­tu­ras más frías de lo ha­bi­tual en el este de Aus­tra­lia y fuertes lluvias.

Y más al sur, «la extensión del hielo en el mar Antártico al­can­zó un ni­vel mí­ni­mo ré­cord o casi ré­cord».

En fe­bre­ro de 2022, par­ti­cu­lar­men­te, se re­gis­tró la ex­ten­sión de hie­lo más pre­ca­ria «en 44 años de ob­ser­va­ción sa­te­li­tal».

«Fenómenos extremos»

«2022 fue un año de fe­nó­me­nos cli­má­ti­cos ex­tre­mos» que «de­mues­tran que ya es­ta­mos su­frien­do las con­se­cuen­cias de­vas­ta­do­ras del ca­len­ta­mien­to de nues­tro pla­ne­ta», co­men­tó  Samantha Burgess, jefa ad­jun­ta del C3S.

Esos da­tos «de­mues­tran cla­ra­men­te que para evi­tar las peo­res con­se­cuen­cias, la sociedad deberá a la vez re­du­cir ur­gen­te­men­te las emi­sio­nes de CO2 y adap­tar­se rá­pi­da­men­te a la evolución del clima«, aña­dió.

El in­for­me con­fir­ma las pre­vi­sio­nes de la Or­ga­ni­za­ción Me­teo­ro­ló­gi­ca Mun­dial (OMM) pu­bli­ca­das en no­viem­bre y ca­li­fi­ca­das de «cró­ni­ca del caos cli­má­ti­co» por el se­cre­ta­rio ge­ne­ral de la ONU, António Guterres.

Mien­tras, la ac­ti­vi­dad hu­ma­na si­gue te­nien­do su im­pac­to. «La con­cen­tra­ción de dió­xi­do de car­bono (CO2) en la at­mós­fe­ra aumentó en aproximadamente 2,1 partes por millón (ppm), un por­cen­ta­je si­mi­lar al de los úl­ti­mos años», ex­pli­có el pro­gra­ma eu­ro­peo.

Las con­cen­tra­cio­nes de me­tano, un gas de efec­to in­ver­na­de­ro más in­ten­so aun­que más bre­ve, aumentaron en «cerca de 12 partes por mil millones (ppb), «lo que es su­pe­rior a la me­dia, aun­que in­fe­rior a los ré­cords de los dos úl­ti­mos años», aña­dió el tex­to.

Se­gún el Acuer­do de Pa­rís de 2015 de lu­cha con­tra el cam­bio cli­má­ti­co, el ser hu­mano de­be­ría re­cor­tar a la mi­tad sus emi­sio­nes de ga­ses de efec­to in­ver­na­de­ro de aquí a 2050 para lograr mantener el aumento de la temperatura me­dia en un má­xi­mo de 2º C, de pre­fe­ren­cia 1,5º C.

Imágenes e información brindadas por https://noticiasncc.com/

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