“Eres bienvenido, pero tienes que entender que esto es Texas y no California, y que no queremos que sea como California”.
Alan Hufstutler, un ingeniero texano de 60 años, no lo puede decir más claro. Pero por si quedaran dudas, añade: “Si eso es lo que quieres tú, entonces será mejor que sigas de largo hasta cruzar la frontera del estado”.
Está inmerso en una acalorada discusión en la red social Quora que lleva por título Don’t California My Texas (“No conviertas mi Texas en California”, se podría traducir), y pronto se le suman otros usuarios a reforzar su argumento.
“El problema es que migran en tales cantidades que disparan el costo de la vida y tienden a votar como lo hicieron en California”, entra al trapo el también militar Shamon Taylor.
Se refiere a que en los últimos 20 años California se ha convertido en el mayor bastión demócrata del país. Texas, por el contrario, es el mayor estado republicano.
“‘Guárdate tus ideas liberales para ti mismo‘, nos quieren decir”, se defiende Cathleen Gustafson, californiana que lleva décadas en Texas.
“Muchos nativos texanos que nunca han estado en California se creen que todo es como el Los Ángeles que ven en la televisión. Estoy cansada de educarlos. De todas formas, tampoco lo quieren saber”.
La conversación resume lo que te vamos a contar en este reportaje: un considerable movimiento poblacional de California a Texas, el recelo de algunos locales hacia los recién llegados, las consecuencias —sociales y políticas, reales y percibidas— de esta inmigración y la retórica partidista que lo envuelve todo.
Y es que no se puede perder de vista que hablamos de dos estados que se perciben como antagónicos, la liberal y siempre a la vanguardia California, y Texas, “la tierra de las libertades”, paraíso de las armas y los impuestos bajos, bastión demócrata el primero y republicano el segundo, que simbolizan los dos extremos de lo que se conoce como la “guerra cultural” de Estados Unidos.
Pero el debate en internet no lo dice todo. Ni todo lo que dice es necesariamente así. Y hay mucha tela que cortar. Así que vayamos por partes.