Estados Unidos salió al paso el viernes (30.09.2022) de las acusaciones del presidente ruso, Vladímir Putin, y volvió a negar cualquier vínculo con el presunto sabotaje de los gasoductos Nord Stream y Nord Stream 2, acusando al Kremlin de difundir “teorías conspiratorias” y “desinformación masiva”.
Washington aprovechó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU dedicada a las fugas detectadas esta semana en esas infraestructuras para responder a Putin, que hoy había acusado a países “anglosajones” de estar detrás de este episodio.