Biatlón de tanques, salto de vallas de alambre de púa y otros juegos divertidos con armas para los amantes de todo lo militar: Rusia organiza de nuevo una de sus olimpiadas de la guerra y por primera vez habrá competencias también en América Latina. ¿Provocación, peligro real o simplemente un concurso anacrónico?
¿De qué se trata?
Los Juegos Internacionales del Ejército fueron iniciados en 2015 por el Ministerio de Defensa ruso. En 2022 se celebran del 13 al 27 de agosto en los territorios de 12 países. Según el ministerio ruso, 275 equipos de 37 países han confirmado su participación en un total de 36 competiciones.
Entre éstas destacan el biatlón de tanques, carreras entre soldados de infantería o el concurso de cálculo de artillería. En este año participan por primera vez equipos de Níger y Ruanda, mientras que Venezuela se convierte en el primer país sudamericano en acoger parte de los juegos, específicamente ejercicios relacionados con francotiradores (“Sniper Frontier”).
¿Por qué organiza Rusia este tipo de concurso militar?
El esfuerzo es gigantesco, pero el ejército ruso puede presentar su mejor cara en estas actividades. Por una vez, no se trata de Siria, Ucrania ni de si Rusia despliega demasiados soldados en una maniobra y viola los tratados internacionales, como por ejemplo en 2017 con la maniobra a gran escala Zapad en la frontera con los estados de la OTAN en el Báltico. Aquí se trata de una competición pacífica, con semifinales y finales.
Los soldados rusos demuestran lo que pueden hacer con sus armas, la población puede estar orgullosa de ellos y Rusia se gana con estos juegos cada año más amigos. Entre los países participantes dominan aquellos con gobiernos autoritarios como China, Irán, o las exrepúblicas soviéticas. Entre los países de América Latina que participaron en más de una ocasión destacan Venezuela, Nicaragua y Cuba. Entre los países de la OTAN, solo Grecia participó varias veces en estos “juegos”.
¿Existen concursos similares en Occidente?
En la OTAN solía haber concursos militares similares. La competición de tanques del Trofeo del Ejército Canadiensese celebró por primera vez en Münster, en la Baja Sajonia, luego en Grafenwöhr, en Baviera, y por última vez en 1991. Otro concurso de este tipo fue el “Strong Europe Tank Challenge” en Alemania, del que solo hubo tres ediciones, en 2016, 2017 y 2018.
También existen los campeonatos italianos de esquí de tropas de montaña (CaSTA). Se trata de una competencia militar de deportes de invierno con participación internacional. En ediciones pasadas participaron equipos de Chile y Argentina. De todos modos, ninguno de esos campeonatos es comparable con el mega evento ruso que claramente incluye motivos políticos y propagandísticos.
¿Hay reacciones en Washington o América Latina?
El contexto internacional es importante. Rusia inició una guerra de agresión contra Ucrania. Celebrar unos “juegos olímpicos” que glorifican todo lo militar se puede calificar por lo menos como de mal gusto.
Medios y think tanks conservadores tanto en Colombia y como en Estados Unidos, como el Secure Free Society, sostienen que estos regímenes se están uniendo y “preparándose para hacer una fuerte declaración de que la región está preparada para abrazar la fuerza multipolar”. La preocupación general es que este tipo de acciones militares amistosas abren la puerta a cooperaciones militares más serias y a profundizar las relaciones entre Irán, China, Rusia y ciertos países en América Latina.
Según el director del instituto Secure Free Society, Joseph Humire, existe el peligro de que al “normalizar los movimientos militares de los adversarios de Estados Unidos en el Caribe, debilitemos la legitimidad moral de las democracias en América Latina”, según dijo en entrevista con Washington Free Beacon.
Sin embargo, en los medios europeos o tradicionales estadounidenses, los Juegos Internacionales del Ejército solo atrajeron cierta atención mediática en su primera edición en 2015. Básicamente porque un biatlón de tanques pintados en colores llamativos no se suele ver todos los días.