Culiacán, Sinaloa.- Entre las diversas problemáticas a las que se enfrentan los usuarios de la vía pública de Culiacán, en los últimos años ha tomado mayor notoriedad el tema de los arrancones, mismo que representa un peligro principalmente para los conductores que transitan a altas horas de la noche, en algunas de las avenidas principales de la ciudad.
De acuerdo con Andrés Salazar Vidales, ejecutivo de proyectos en la iniciativa ciudadana Mapasin, estas conductas de riesgo han logrado arraigarse culturalmente hablando debido a la propia infraestructura de la localidad.
“El diseño de las calles, el diseño de los cruceros, el diseño de la ciudad en sí permite que estas conductas se den. Nosotros creemos, porque hay muchas investigaciones y mucha evidencia, que dice que el tema de la infraestructura y cómo se diseña las calles es la que dicta los comportamientos de las personas. Cómo se van a comportar al momento de circular o de estar en la vía pública”, dijo.
El ejemplo más común se encuentra en la avenida Álvaro Obregón, cuyo diseño actual le proporcionó cinco carriles amplios dirigidos en un solo sentido y cuya estructura recta en la zona del centro deja un campo de visibilidad extenso, especialmente de los semáforos próximos.
Salazar Vidales señala que las conductas que incitan a realizar estos arrancones, no sólo ponen en riesgo a quiénes los practican, también representan un peligro para las personas que están conduciendo de forma ordenada.
“Creo que si es muy importante que las personas comprendan que a partir de estas conductas es que las demás personas se van a sentir seguras o inseguras, o las estamos exponiendo a un riesgo en el que no deberíamos estarnos exponiendo. Porque lamentablemente Culiacán tiene cifras muy desagradables en temas de seguridad vial, en temas de lesiones y muertes por este tema”, concluyó.